DE PADRES A HIJOS
La tradición es una entidad folclórica heredada filogenéticamente
en cada una de las regiones de nuestro país, sucede algo similar con el
deporte, donde la disciplina deportiva elegida puede acompañar a varios
integrantes de una familia.
En este argentino de basquetbol tenemos la
posibilidad de asistir a esa trasmisión generacional, con el director técnico
de Santiago del Estero, Guillermo Aliende y su hijo, Guillermo Aliende, jugador
de esta selección.
Guillermo padre, legendario base de QUIMSA y la
selección santiagüeña en la década del 90, ahora devenido en técnico, tiene la
oportunidad de dirigir a su hijo formado en la cantero Normal Banda (donde también
dirigió su padre) y, ya juvenil pasa QUIMSA, donde hace su primer presentación
en Liga Nacional A. Hoy día Guillermo Aliende (h) está viajando a Santa Fe para
incorporarse a Unión, que competirá en el Torneo Nacional de Ascenso.
El jugador que tiene la perseverancia de ver al
deporte como una forma de vida, pudiendo tener o no éxitos, tiene para si el
gran legado que es la enseñanza que este le ha brindado, de allí sus ganas de
seguir practicándolo o estar cerca como entrenador, dirigente, allegado, nada
más.
También está, que sucede y mucho, cuando se
trasgrede el derecho del otro, intentando que se a su imagen y semejanza,
formulando cuasiacoso familiar para cumplir deseos o ambiciones personales.
Esto en la práctica deportiva de competencia no se enseña, todo lo contrario se
aprende a ser útil a otro, a compartir, a dar lo mejor para que el otro se
beneficie, así se piensa en el deporte de equipos.
Aplaudir a LOS ALIENDE es lo de menos, saber que
ellos están de acuerdo es lo mejor que le puede pasar al basquetbol, pues aún
con sus matices, estamos proclamando que el basquetbol está VIVO.
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