¡SIEMPRE NOS DA UNO!

El playón de la ciudad de Firmat, es el ámbito de encuentro de la sociedad local desde hace 20 años, y más cuando se habla de deportes al aire libre, y más aún cuando se habla de basquetbol. Esta afirmación se debe a que un par de generaciones han pasado por el piso de las canchas que el playón tiene - desgastado y mal presentado - dando lugar a quienes no quieren ir a los clubes, quienes no pueden pagar la cuota o simplemente, a cualquier persona que desee disfrutar tirando al aro.

Este lugar produce sorpresas dado que no es reconocido por su función social inclusiva, entonces cuando sale un playonero hacia un club, no se registra en el consciente colectivo, queda en la nada anomica que caracteriza a todas las comunidades argentinas, de norte a sur y de este a oeste, sea cual fuere el origen social de sus integrantes.

David es jugador del C. A. Argentino, aunque aprendió a jugar en el playón, y donde sigue yendo a mejorar sus cualidades técnicas, a dedicarle minutos y horas a practicar sus necesidades en la competencia. Esto significa que ambiciona, que descree del encasillamiento táctico, y pretender ser algo más para el juego de su equipo. Ser jugador, no es lo mismo que se competidor dentro de la cancha. El jugador juega, el competidor compite. El basquetbol es un deporte de competencia, una disciplina deportiva diseñada para desarrollar actitudes y aptitudes para la competencia, por ende, está bien encaminado.

La utopía del juego para el niño/a esta contradecida en el mismo momento en que un niño/a se acercan a una pelota, grande o chica, eso no importa. Al niño/a le brilla la cara, grita, corre, quiere ese objeto para sí. Piensa esos niños/as en entregarlo a otro? ajajajajajajajajajaaj!!! para nada, quieren ese elemento para ellos, y si se lo quieren quitar, y habita en él la necesidad de no ceder, entonces competirá para ver que no le quiten el objeto del deseo.

Competitivos somos y seremos, ellos, nosotros, todos. Así, aceptada la realidad, tenemos que trabajar en la modulación y los equilibrios.

David, quiere ser un competidor preparado, capaz de cumplir objetivos - propios y ajenos.