lunes, 2 de octubre de 2017

EMILIO ALBERTO "Milila" JUAREZ


Pocos conocen su nombre completo, casi nadie, pues en casi todas las menciones que existen de él, en el ámbito público siempre es "Milila". Una de sus hijas discurre, que ella no sabe a ciencia cierta de donde proviene, solo sabe que siempre se lo conoció por ese apodo, es así que se llega a la conclusión que desde muy niño ese apodo predomino por encima de sus nombres.


Sin duda alguna su paso por el fútbol del Firmat Foot Ball Club, a partir de 1929, le brindaron herramientas humanas para que al finalizar su etapa de jugador, pudiera dar lugar a su paso a líder barrial deportivo, formando un legendario equipo de fútbol llamado "GUARDA EL AUTO".
Fernando Lopez, nieto del fundador del Correo de Firmat, me permitió saber de donde provenía dicho apelativo, comentando que como en aquellos años fines del 50 comienzo del 60, las canchas se improvisaban en baldíos, sin mucha infraestructura, menos aún cercadas o alambradas siquiera, que hacían que cada vez que la pelota se iba de la cancha hacia la calle, había que gritar "GUARDA EL AUTO" avisando a quien iba a buscar el balón. Tomada esta verbalización del momento como denominación permanente del equipo y transformándose, así, en uno de los pocos equipos barriales que trasciende la memoria circunstancial de sus creadores, para pasar a la memoria colectiva de la comunidad.
"Milila" Juarez no solamente armo el equipo de adultos, sino que integro a los más chicos formulando los primeros encuentros de fútbol barrial infantil, previos a lo que tiempo después produciría el Club Sportivo Alberdi, siendo recordado por aquellos niños - hoy ya hombres adultos - como la persona que los reunía  - perdieran o ganaran -  para agazajarlos con un rica merienda post partido. Esto daba un contenido afectivo único en aquellos días y proponía lo distinto ante una realidad, seguramente, muy dura que vivían aquellos niños.
Su familia recuerda los momentos que compartieran con todos aquellos niños de otras familias y casi desconocidos, con mucha alegría pues transformaría su niñez al acompañar los fines del semana a los equipos de GUARDA EL AUTO.
Un integrador por excelencia, hombre de trabajo - era changarin - que desde esa humildad socioecónomica comprendió que podía hacer, que había otras necesidades más imperiosas que las suyas, las de otras personas. Tomo la posta, clavo la lanza en tierra, y sin dudas formulo un proceso que pocos pudieron hacer o imitar. Sin plata, sin otra ayuda que la de su familia, logró y transformo una etapa del Barrio Fredriksson.
Hizo que el deporte, en este caso el fútbol, fuera el espacio de contención de niños y jóvenes de una populosa barriada y el eje de una propuesta inclusora por fuera de los clubes del pueblo.
Generalmente, por el abuso de lo llamado "usos y costumbres" no se ha quedado escrito ni registrado de algún modo aquellas circunstancias vivida. Pues serían de un uso, hoy día,  importantisimo en la comprensión de los sucesos históricos de las sociedades barriales y su influencia clave en la maduración de la sociedad toda.
EMILIO ALBERTO JUAREZ (Milila) jugador de fútbol e integrador barrial a través del deporte, un precursor desconocido, hoy visibilizado.

NOSCE TE IPSUM.

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